La sequedad ocular se está convirtiendo en un trastorno muy frecuente, de hecho, alrededor de la mitad de la población mayor de 45 años la padece.

Ocurre cuando el ojo produce lágrimas en cantidad insuficiente, cuando existe una alteración de los lípidos que componen la lágrima, o cuando aparece una inflamación de los párpados.

¿Qué síntomas tiene?

  • Sensación de arenilla en el ojo
  • Lagrimeo constante
  • Enrojecimiento
  • Sensación de vista cansada al usar pantallas
  • Visión borrosa puntual
  • Sensibilidad a la luz
  • Dolor

Es ideal que conozcamos qué tipo de sequedad padecemos para poder utilizar los productos más adecuados para aliviarla, pero existen unos consejos básicos que nos sirven en cualquier caso:

  • Utiliza a diario toallitas específicas para limpieza de párpados, de este modo eliminaremos la suciedad de la zona de forma suave y respetuosa con el ojo.
  • Si es necesario, haz uso de suero fisiológico para refrescar o como parte de esa limpieza. No usar infusiones porque pueden causar irritación y no poseen un Ph adecuado.
  • Aplicar el colirio de lágrimas artificiales u otro tratamiento que le haya recomendado el profesional sanitario respetando la posología.
  • Incluir en nuestra alimentación ácidos grasos omega 3, como los presentes en el pescado azul, y mantener una buena hidratación.
  • Evitar el humo del tabaco o los ambientes muy secos con calefacción o aire acondicionado, ya que facilitan la evaporación de la lágrima.
  • Utilizar gafas de sol de calidad para proteger los ojos de la radiación solar.

 

Con todo esto lograremos un gran alivio, pero es básico llevar un buen control y comprobar que los síntomas mejoran con el tratamiento elegido.

Ante cualquier duda, se debe consultar con el médico o farmacéutico para que nos aconseje adecuadamente.